Dicen que dos no discuten si uno no quiere. Muy cierto. Las discusiones entre la pareja la mayoría de las veces suelen ser de las que mas carga emocional conllevan. Cuando un amigo, un compañero de trabajo etc, nos molesta o nos incordia, solemos revelarnos, pero siempre lo hacemos dentro de un marco mas o menos poco alterado ya que sabemos que es una situación transitoria. Cuando nuestra pareja nos lastima, solemos responder mas radicalmente, es mas, cualquier cosa que pasaríamos por alto a una tercera persona, a nuestra pareja no se la pasaremos...¿por qué sucede esto?, muy sencillo...hay un elemento que unir a esta situación...el amor. Si cualquier pesona despierta nuestra rabia o nuestra frustracción con algún comentarío o con algún hecho desagradable hacia nosotros, respondemos ante ello, pero cuando nuestra pareja nos dice o hace algo que nos molesta, saltamos a la mínima, precisamente porque existe el amor entre los dos, si no fuese así, nuestra reacción sería exactamente igual que con cualquier otra persona.
Deberíamos ser mas tolerantes con nuestra pareja. Es nuestro compañero/a. Es la persona que estará ahí para las malas y para las buenas. Es cierto que al existir el amor entre los dos, las actitudes negativas hacia nosotros duelen mas, pero también debemos de tener en cuenta que todos somos humanos y que el errar es algo inevitable. Sencillamente tratemos de no darle mas importancia a los hechos de la que realmente tienen. Tratemos de no herir demasiado, sino aclarar que ciertas actitudes no son de nuestro agrado. Es difícil que ante una actitud pacífica, nuestra pareja se revele. Sin embargo se revelará si actuamos de forma agresiva, o sencillamente tratamos de devolver la ofensa de forma hiriente. Vale la pena probar, posiblemente los resultados nos sorprendan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario