Hemos conocido a una nueva persona y nos hemos vuelto a enamorar. Como es normal nos sentiremos un poco temerosos de lo que pueda pasar. Hemos sufrido mucho con la rotura de nuestra anterior relación y ahora andamos con los pies de plomo. Debemos entender que un fracaso anterior no quiere decir que esta vez nuevamente tengamos que fracasar. De todos modos debemos de tener en cuenta que nuestros temores, desconfianzas e incertidumbres hacia la otra persona pueden acarrearnos problemas, si no tratamos de dominarlos.
En primer lugar no debemos exigir a la otra persona comportamientos hacia nosotros por el simple hecho de que puedan hacer que nos sintamos mas tranquilos.
Pondremos unos ejemplos: Supongamos que la otra persona tiene una familia a la que debe ciertos compromisos. Eso ya debería ser sagrado para nosotros. La familia del otro posiblemente sea algo primordial en su vida y por lo tanto desde nuestra postura debe de ser totalmente respetable.. Era algo que tenía antes de conocernos, por lo tanto hemos de respetarla al máximo. Sus citas o compromisos para con los suyos no deben de ser nunca motivo de enfados o malas caras. Lo mismo debemos de pedir para nosotros y nuestra familia.
Ahora nos centraremos en su trabajo. Ese es otro elemento que debe de ser sagrado para nosotros. El trabajo del otro es algo fundamental, es su medio de sustento. Si en el momento en que le conocemos nos informa del tipo de trabajo que desenvuelve y de unos horarios o circunstancias que no son los mas frecuentes, debemos de aceptarlo así, o no aceptarlo en absoluto. Tenemos que ser conscientes de que una vez empecemos una relación con una persona que desempeñe un trabajo cuyo horario o dias laborales pudieran no ser los mas apropiados, no debemos de sentirnos incordiados por ello, sino que tendremos que aceptarlo como algo que forma parte de la persona de la cual estamos enamorados, también va en el lote, por lo tanto no debemos de permitir que eso sea motivo de discordias entre los dos. Nuevamente debemos de entender que debemos de pedir el mismo respeto para el nuestro.
Otro punto a tener en cuenta son los hobbyes...¡los hobbyes!, cuantas discordias, peleas, enfados y malos momentos han hecho pasar a las parejas la dedicación a los hobbyes.
Un hobby es un entretenimiento y todo ser humano tiene derecho a tener los suyos. No se puede pedir y mucho menos exigir a la persona que queremos que renuncie a ellos solo por complacernos a nosotros, me parece un acto de egoismo. Cuando le conocimos ya nos pondría al corriente de sus preferencias para los momentos de ocio, sin embargo lo pasamos por alto. Ahora que ya lo tenemos mas seguro a nuestro lado, ni que decir tiene que debemos de asumirlo. Claro que nos gustaría tenerle todo el tiempo a nuestro lado, pero eso solo traería apatía, aburrimiento, rutina... no deseamos eso en nuestra relación. Nuestra pareja tendrá muy en cuenta si nosotros somos o no flexibles con sus aficciones. Lo mismo pasará con nosotros, nuestras costumbres antes de conocerle no deben de alterarse, sino por el contrario debemos de seguir con ellas. Algunas veces incluso se pueden compartir aficciones, eso sería un gran paso para que la relación fuese mas entrañable y mas armoniosa.
Estos tres factores son esenciales, debemos de ser flexibles con nuestra pareja y entenderle, de esa forma estaremos en posición de que ella también nos entienda a nosotros. Eso es un gran paso en la confianza y en la estabilidad mutua.
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